Germán, un profesor de secundaria, corrige con desgana las decepcionantes redacciones de sus alumnos. Sin embargo, el último texto tiene algo especial que generará en el docente un ansia de enseñar y guiar a ese alumno que, casualmente, se sienta en la última fila. Alumno que dejará su posición de mero observador para sumergirse en un relato que le hará confundir realidad y ficción.
Juan Mayorga, prolífico dramaturgo madrileño, no deja de escribir, crear y sorprendernos de tal manera que no es difícil ver un par de sus obras en cartel al mismo tiempo. Mientras El chico de la última fila se afianza de nuevo en el Teatro Galileo de Madrid, El arte de la entrevista se estrena el próximo 21 de febrero en el Teatro María Guerrero y su magnífica versión de La vida es sueño —obra imprescindible con Blanca Portillo a la cabeza interpretando a un inolvidable Segismundo— vuelve el 19 de marzo al Teatro Pavón. Un escritor laureado por crítica y público al que se le ha concedido el Premio Nacional de Literatura Dramática de 2013, el Premio Ceres 2013 al mejor autor teatral y el premio a la mejor adaptación de obra teatral en la última edición de los Premios Max celebrados en el emblemático Teatro Matadero de Madrid.
Tal ha sido el éxito de esta obra dramática que, incluso, fue llevada al cine de mano de François Ozon bajo el título Dans la maison (2012); largo que sería galardonado con la Concha de Oro a la mejor película y el Premio del Jurado al mejor guión en el Festival de San Sebastián en 2012.
La compañía La fila de al lado ha apostado estos últimos años, con más de un centenar de funciones en su haber, por esta ficción que bien podría ser real: una historia de mentores y pupilos donde la guía se convierte en un arma de doble filo. Un texto que es necesario disfrutar en el teatro para comprender su esencia, la complejidad de aquello que intenta transmitir y la mirada al trasfondo de esa sociedad dibujada.
El también madrileño Víctor Velasco es el encargado de dirigir y dar forma en escena a las palabras de Mayorga. Óscar Nieto San José (Claudio), Miguel Lago Casal (Germán), Olaia Pazos (Juana), Natalia Braceli (Ester), Rodrigo Sáenz de Heredia (Rafa Padre) y Sergi Marzá (Rafa) son los encargados de dar vida a estos personajes que se desdibujan a medida que se suceden las escenas para mostrar su verdadera naturaleza.
No se trata de un texto sencillo. Está tan cargado de guiños literarios, pensamientos volcados e introspecciones que el espectador despistado puede perderse entre palabras y situaciones. Asimismo, hay tanto que contar que la función quizás se alarga más de lo debido; situación que al público no parece importarle lo más mínimo.