Aunque no es la primera vez que el director oscense se involucra con el teatro, sí que es novel en la dirección de actores con texto. Así, el próximo 4 de abril se estrena en la Sala 1 de Matadero la particular visión de Carlos Saura del clásico de Calderón El gran teatro del mundo.
Carlos Saura, director y artífice de esta versión, advierte al público y a los expertos más puristas que este proyecto es una adaptación «libre y poco respetuosa» del original. Así, con esta personal exposición del auto sacramental, el director pretende que llegue al público de manera que se entienda ya que se trata de una obra «muy fatigosa» y, en ocasiones, «muy complicada de entender».
Partiendo de la afirmación de que la vida es un teatro y cada uno ha de representar el papel que le ha sido asignado, la temática propia de este género toca temas religiosos como son la eucaristía católica, los dones y el juicio tras la muerte, cuando en realidad se trata de presentar un conflicto de carácter moralista.
Jugando de nuevo con esa visión de que la vida no es más que una irrealidad en la que hay que morir para llegar realmente a la verdad, lo que prima en esta versión es la propia sublevación de los actores respecto de su cometido pues ¿quién se conforma con aquello que ha de representar?
Antonio Gil, José Luis G. Pérez (La avería), Fele Martínez (Tesis), Manuel Morón, Emilio Buale, Adriana Ugarte, Raúl Fernández de Pablo, Eulàlia Ramon, Ruth Gabriel, Hector Tomas y Tacuara Jawa son el numeroso elenco de actores que dará vida a los personajes de este teatro del mundo. Jugando con parejas de dones y papeles, se presenta la historia como el teatro dentro del teatro.
En la puesta en escena queda patente la fascinación que tiene el director por el compendio de actuación, música e imagen, tan presente en el mundo de la fotografía y el cine del que forma parte este polifacético madrileño de adopción. Con escenografía, vestuario y música elegida por él mismo, la historia muestra la creación del mundo, la vida del individuo, la muerte de los personajes y el momento del juicio.
Saura afirmaba que siempre había querido hacer una versión de este texto y que, por fin, le han dado la oportunidad de hacerla como él quería. Así, este supuesto ensayo de El gran teatro del mundo es la culminación de un trabajo con el que ya había tenido ocasión de lidiar en su película Elisa, vida mía, donde había un pequeño acercamiento a la misma a través de dos de los personajes.