Tras su paso por la sala 18 de los cines Kinépolis, el musical más gamberro de la escena española presenta su nueva temporada cargada de sorpresas, más sangre y más locura que nunca en la sala 2 del Teatro Nuevo Alcalá de Madrid.
Coincidiendo con el estreno en cines del remake de Posesión infernal (1981), la compañía anunciaba el estreno de la nueva etapa de este musical dirigido por Chemari Bello. Así, la calle Jorge Juan se ha convertido en el nuevo escenario de este divertido espectáculo donde Félix Ortiz, ayudante de dirección y responsable junto a Salvador Toscano de la adaptación del libreto, comentaba que el equipo está esperando esta segunda temporada con mucha más ilusión ya que la nueva ubicación y la tipología del teatro les permite estar más cerca del público.
Tras la marcha de David Ordinas y Pablo Puyol para centrarse en su nuevo proyecto Venidos a menos, ha sido Rubén Yuste (Forever Young) el encargado de tomar el testigo a la hora de interpretar a Ash. Adaptándose rápidamente a una producción que ya tiene un cierto rodaje, Rubén Yuste consigue hacerse enteramente con el papel para presentarnos a ese joven ingenuo y tranquilo en apariencia que luchará contra los demonios de Candar una vez más.
Amén de esta nueva incorporación, actores como Sergio Arce, David Velardo, Mariola Peña, Teresa Abarca, Carolina Morán, Rebeca Medina, Esther Izquierdo, Elsa Álvaro, Sara Pérez, Salvador Toscano, Fédor de Pablos y Fernando Samper repiten experiencia para dar vida a los dos repartos de los que dispone esta producción.
Como es lógico, la nueva ubicación del musical ha supuesto un reajuste en la escenografía y los recursos para poder adaptarse a un espacio escénico más compacto y reducido. No obstante, esta nueva disposición aporta al espectáculo una curiosa cercanía con el púbico que, viéndose integrado en ocasiones en la historia, se deshace en carcajadas.
Un reparto más que interesante, una puesta en escena hilarante donde todos se ríen de sí mismos y el disfrute de la orquesta en directo dirigida por César Belda son tres de los alicientes de esta producción que, sumados a ese ambiente de complicidad del equipo y la buena predisposición del público, lo convierten en una opción imprescindible para pasar una velada horrorosamente divertida.
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