El emblemático teatro Matadero en Madrid ha sido el elegido como sede de la decimosexta edición de los Premios Max de las Artes Escénicas. Estos galardones, organizados por la Fundación Autor de la SGAE desde el año 1998, tienen la finalidad de reconocer la labor de los profesionales y la calidad de las producciones más destacadas del año.
Al grito de «¡sí que se puede!» daba comienzo la gala con Alex O’Dogherty como maestro de ceremonias. Durante la misma, se recordó el esfuerzo realizado por este colectivo durante los últimos años: la crisis, la subida del IVA o la difícil situación general a la que se ha enfrentado.
Antonio Onetti, Presidente de la Fundación Autor de la SGAE, comentaba al respecto que hay que hacer «cultura, con mayúsculas, porque la cultura crea libertad, libertad para expresar sentimientos y opiniones, libertad para pensar y para hacer pensar a los demás».
La gala contó con la participación especial de Verónica Forqué y José María Pou además de otros artistas invitados como Carmen Balagué, Amparo Pamplona, Myriam Gallego, Cecilia Solaguren, Rosario Pardo, Natalia Menéndez, Amalia Ochandiano, Natalia Millán, Luis Merlo, Eva Yerbabuena y Gonzalo de Castro. Así como las actuaciones de Morboria Teatro, Toom-Pack, Rozalén, Víctor Ullate Roche, Coro de Actores y Cristian Martín.
El primer galardón de la noche fue a parar a manos del director Mario Gas considerado como el Mejor Director de Escena por su trabajo magnífico trabajo en Follies. El director dedicó el mismo al recientemente desaparecido Constantino Romero con el que trabajó en la obra que lo consagró como director teatral en 1984, La ópera de perra gorda.
Sin embargo, no fue el único galardón que se llevó esta adaptación del musical de Stephen Sondheim. También atesoró el premio al mejor actor protagonista para Carlos Hipólito, a la mejor dirección musical para Pep Pladellorens, al Mejor Figurinista para Antonio Belart y el premio a la mejor actriz de reparto para Asunción Balaguer. Este último premio supuso uno de los momentos más entrañables de la gala cuando una emocionadísima Asunción Balaguer recogía su galardón ante una ovación general del público.
Tacita a tacita fue galardonada en un total de cuatro ocasiones como mejor espectáculo de danza, mejor coreografía y mejor intérprete femenina de danza para Teresa Nieto y mejor intérprete masculino de danza para Manuel Liñán.
Otra de las grandes ganadoras de la noche fue En la luna que se llevó el prestigioso premio al mejor espectáculo de teatro así como el premio a la mejor autoría teatral en castellano para Alfredo Sanzol y al mejor actor de reparto para Juan Codina. Llevándose tres de las siete nominaciones a las que aspiraba, una de ellas doble con Lucía Quintana y Nuria Mencía aspirantes a mejor actriz de reparto.
De ratones y hombres se hizo con un galardón a la mejor escenografía de mano de Eduardo Moreno y al mejor diseño de iluminación de Juanjo Llorens.
Carmen Machi subía a recibir en nombre de su amiga Amparo Baró el premio a la mejor actriz protagonista por su papel en Agosto (Condado de Osage) y el prolífico dramaturgo Juan Mayorga recogía el premio a la mejor adaptación de obra teatral por La vida es sueño. En su discurso, no sólo dedicaba el premio a su mujer Coté por 20 años de compañía sino que también afirmaba que «el teatro es entretenimiento pero también vida» y que «el teatro es crítica, es utopía».
También subió al escenario el compositor Albert Guinovar para recoger el premio a la mejor composición musical para espectáculo escénico por su partitura para La Vampira del Raval y la compañía Ron Lalá Teatro se hacía con el premio a la mejor empresa o producción privada de artes escénicas por su Siglo de Oro, siglo de ahora (Folía).
Alegría, palabras de Gloria Fuertes fue considerado como el mejor espectáculo infantil, Cartas de las golondrinas se llevó el premios espectáculo revelación, El año que viene será mejor de Szpunberg se llevó el premio a la mejor autoría teatral en catalán o valenciano, Paxto Telleria se llevó el premio a la mejor autoría teatral en euskera por Lingua Nabajorum y Eduardo Alonso a la mejor autoría teatral en gallego por Último cowboy.
Respecto a los premios especiales, Daniel Veronese se llevaba el Premio Iberoamericano; la Muestra de Teatro Español de Autores Contemporáneos (Alicante), el Premio Nuevas Tendencias; las Jornadas de Teatro del Siglo de Oro (Almería), el Premio de la Crítica;y Grupos de Teatro de la ONCE, el Premio Aficionado de las Artes Escénicas. Sin embargo, uno de los momentos más esperados fue la entrega del Premio Max de Honor entregado a Ana Diosdado que decía sentirse «muy orgullosa de pertenecer a las artes escénicas» y cuya trayectoria como actriz, escritora y dramaturga la hace merecedora del mayor reconocimiento.
Reconocimiento 4.0 Internacional