El teatro madrileño adquiere tintes verdes para dar la bienvenida al ogro más querido de la gran pantalla en una producción irreverente, divertida y llena de matices. A partir del 21 de septiembre, podremos disfrutar de la versión musical de Shrek en el Teatro Nuevo Apolo de Madrid.
De mano del director Tomás Padilla, Theater Properties sube el listón en una producción nacional de más de 2.500.000 de euros. La escenografía, caracterización, sonido e iluminación han sido cuidados al detalle y supervisados por Dreamworks para revelar una lucha entre los originales freaks y los uniformados seguidores de Lord Farquaad.
Aunque se presente en España por primera vez, su fama y éxito lo precede. El musical estuvo en el Top 10 de recaudaciones de Broadway y tuvo ocho nominaciones a los Premios Tony entre las que se encuentran la nominación a mejor musical, mejor libreto y mejor composición. Asimismo, batió el récord de ventas del teatro en tres ocasiones.
Soul, pop, rock o blues son algunos de los estilos que acompañarán la versión musical de la película con letras originales de David Lindsay-Abaire —ganadora del Premio Pulitzer de Teatro por su obra Rabbit Hole en 2007— y compuestas por Jeanine Tesori —compositora de la banda sonora de Shrek Tercero entre otros grandes éxitos en Broadway—. Juanjo Molina se encarga de la dirección musical en la que lleva trabajando más de nueve meses para que música, sonido, efectos y ambiente sea un todo que envuelva al espectador.
En un mundo de fantasía, los personajes de cuento se hacen realidad en el escenario dirigidos por Juanjo de La Fuente y coreografiados por Lamberto García, fundador de Clonic Bionic. Encima de las tablas un asno charlatán, una familia de osos, un lobo vestido de abuelita y el mismísimo Pinocho, entre otros, acompañarán a Shrek y la princesa Fiona en sus aventuras para solucionar los problemas de un reino muy, muy lejano.
Enrique Sequero, actor que interpreta a Shrek, afirma que está muy emocionado de formar parte de este proyecto. Su personaje tiene una gran capacidad de desarrollo debido a su extensa presencia en escena y por el propio arco interpretativo del protagonista. Además, confiesa, cada vez que sale al escenario se pone de muy buen humor ya que la química y la energía entre los compañeros genera «muy buen rollo». Así, la postura corporal y la caracterización, la cual requiere más de dos horas diarias, exige una dieta equilibrada y estar en muy buena forma física para poder soportar el desgaste que produce la interpretación.
Silva Villaú, por su lado, es una princesa llevada al escenario. Licenciada en periodismo es una actriz polifacética y muy completa especializada en teatro musical. Silvia aporta su propia fuerza y dulzura al personaje de Fiona esperando poder conseguir que todo el público disfrute con cada minuto del musical.
El escenario del Nuevo Apolo se convierte en una explosión de contrastes ocurrente y divertida. Un tinte más informal y de corte latino para todos los públicos.